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Damián Akerman, intentando un desborde. Como la mayoría de el equipo, el "Gran goleador" no se muestra muy preciso, pero si, con ganas, y confianza que todo mejorará. (FOTO : Osvaldo Abades).
Morón mostró lo mejor en los primeros 45. En ese tiempo, fue dueño absoluto del partido, y el 2 a 0 parcial, hasta ahí, era bien merecido. Pero a poco del final una breve reacción de los de Ezeiza, los pone a solo un gol abajo, y de ahí, el Gallo entró en zona de confusión nuevamente, aunque sin ser superado tampoco. Morón, desde el mismo comienzo, era mas que Tristán. Mas ambicioso, mas ordenado, y mas incisivo. Por eso, en mas de una ocasión, como por intermedio de Akerman y Viturro, estuvo cerca de marcar. Los del sur, tan solo se aproximaban al arco defendido por "Chiche", pero sin peligro alguno. Sin embargo, los minutos pasaban, y el Gallo no lograba concretar, hasta que en un minuyto, lo consiguió, y por partida doble. Dos goles corridos, seguidos, por intermedio de Britos, y Ortiz hicieron gritar a la gente del Gallo, que tanto lo estaba necesitando. Parecía que el partido cerraba asi, en su primera etapa, pero Ortíz descontó para Suárez. Esto, pareció confundir en algo a Morón, que salió en el segundo tiempo, sin la misma postura ni actitud de la primera mitad. Esto lo aprovechó el "Lechero", y se fue en busca de un emapte, aunque sin claridad, ni profundidad. Incluso, Morón, que tan solo apelaba a la contra, se mostraba mas punzante, cuando lograba progresar en ofensiva. Se sabe : con un gol de diferencia no esta nada dicho, y el Gallo debió soportar esa incertidumbre hasta el final mismo, cuando Peralta, de cabeza, puso el tercero, tras un rebote de un tiro de Martínez en el travesaño. Fin de año para Morón, complicado, difícil, duro, pero ahora abierto con una esperanza, de que todo cambie para el próximo. Algunas señales que se han visto, invitan a confiar.