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A ya casi una semana del tremendo temporal que azotó Buenos Aires (considerado el peor en 100 años), y con un número de víctimas, (al menos de las confirmadas oficialmente), que asciende a 17, miles de casas, edificios y comercios resultaron tremendamente afectados, y varias zonas permanecen aún sin electricidad, y muchas de ellas, con mas necesidades e inconvenientes todavía. Hay cifras estimativas que impactan : mas de 30.000 casas sin techo, 600.000 personas sin luz (120.000 todavía, a una semana), 200 escuelas sin clases, Los destrozos fueron incontables, entre derrumbes de casas, autos aplastados por árboles, negocios destruídos, cables cortados, marquesinas, carteles de publicidad y postes de alumbrado colgando con peligro de desplomarse. Las zonas más afectadas fueron Morón, La Matanza, Moreno, Ituzaingó, Quilmes, Berazategui y Berisso, dentro de un panorama desolador. Pese a los esfuerzos de los Municipios, la ayuda, la asistencia y la atención a los problemas, ha resultado visiblemente insuficiente. Los servicios se estan restableciendo de a poco, pero mucha gente continúa molesta y enojada, por una ansiedad comprensible de poder contar lo antes posible con luz, por miedo a los robos que de noche son una amenaza latente. En Morón, con mucho esfuerzo, la situación ya se puede decir que presenta una normalización bastante avanzada, pero en Ituzaingó, el principal problema, es la falta de luz en vastas zonas, lo que provoca cruces y acusaciones entre el Municipio y Edenor.
En la mismísima central de Emergencias del municipio de Morón, el temporal desvastó el tinglado que estaba destinado a albergar a los Bomberos. Por la magnitud de los destrozos y destrucción, los trabajos de reconstrucción y asistencia estan complicados.